mayo 19, 2022 6 lectura mínima
El juego libre o espontáneo es una actividad intrínseca al ser humano, tan antigua como nuestra especie misma. A través del juego, adquirimos destrezas, valores y conocimientos. Es una constante en nuestras vidas desde el momento en que nacemos y durante toda la vida. El juego libre permite a las niñas y los niños asimilar y explorar el mundo que les rodea, expresar sus emociones, imitar, experimentar y aprender de una manera única y poderosa. Adicionalmente, cuando este juego libre se lleva a cabo en la naturaleza, se abren nuevas posibilidades de aprendizaje y descubrimiento. Los elementos naturales se convierten en recursos de juego, ofreciendo a los niños la oportunidad de interactuar con el medio ambiente de formas creativas y significativas.
El Juego Libre es una forma de juego espontáneo que no está dirigida por adultos y permite a los niños explorar su entorno y su creatividad de una manera no estructurada. En este tipo de juego no estructurado, los niños son libres de decidir cómo quieren jugar, con qué quieren jugar y cuándo quieren empezar o terminar de jugar. Este juego creativo fomenta la imaginación, la resolución de problemas, las habilidades sociales y muchas otras áreas del desarrollo infantil.
Se podría decir que el juego libre es un tipo de juego en estado puro. Esto se debe a que el niño es quien toma las decisiones, y por lo tanto, se trata de un tipo de juego que fluye con total libertad. A través del juego en la educación, el niño tiene la posibilidad de ensayar roles de adultos, lo que puede ser muy beneficioso para su desarrollo infantil.
Uno de los aspectos más importantes del juego libre es la ausencia de reglas predeterminadas. En lugar de seguir un conjunto de instrucciones establecidas, los niños son libres de crear sus propias reglas y cambiarlas a medida que avanza el juego. Esta flexibilidad puede ayudarles a aprender a adaptarse a nuevas situaciones y a pensar de manera crítica y creativa.
En resumen, el juego libre es esencial para el desarrollo infantil porque ayuda a los niños a aprender sobre el mundo que les rodea, a desarrollar habilidades sociales y emocionales, y a fomentar su creatividad y pensamiento crítico.
Los juguetes para el juego libre, que permiten una variedad de usos y no limitan la imaginación del niño, pueden ser una excelente herramienta para facilitar este tipo de juego. Desde bloques y pelotas hasta disfraces y juegos de imaginación, los juguetes para el juego libre ofrecen una amplia gama de oportunidades para el juego creativo y no estructurado.
Este es sólo el principio de nuestra exploración del juego libre y sus beneficios para los niños. En los próximos capítulos, discutiremos más detalladamente cómo el juego en la educación puede contribuir al desarrollo infantil, y compartiremos algunas ideas prácticas para facilitar el juego libre en casa y en el aula.
No olvides que jugar y aprender no son actividades separadas para los niños - de hecho, son dos caras de la misma moneda.
Asegúrate de seguir leyendo para aprender más sobre cómo puedes apoyar a tus hijos a medida que exploran, crean y crecen a través del juego libre.
Desde bebés, usamos el juego para comprender el mundo. A través de la experimentación lúdica, los niños ponen a prueba las leyes de la naturaleza y el comportamiento social. Derivan su propia comprensión del mundo a través del juego libre, lo que les permite entender el mundo tal como es, libres de sesgos y prejuicios.
A lo largo de la historia, numerosos psicólogos y expertos en desarrollo infantil han enfatizado la importancia del juego en la niñez. Algunos de los más notables incluyen a Jean Piaget, Lev Vygotsky, Maria Montessori y Erik Erikson. Cada uno de ellos, desde su perspectiva y marco teórico, ha resaltado el valor del juego como una parte integral del desarrollo de los niños.
Jean Piaget, un psicólogo suizo conocido por su teoría del desarrollo cognitivo, consideraba el juego como un mecanismo fundamental para que los niños comprendan el mundo. Decía que: "El objetivo principal de la educación en las escuelas debería ser la creación de hombres y mujeres que sean capaces de hacer cosas nuevas, no simplemente repetir lo que otras generaciones han hecho."
Lev Vygotsky, psicólogo ruso y pionero en el estudio del desarrollo cognitivo, creía que el juego es la principal fuente de desarrollo en la infancia. Sostenía que: "En el juego, un niño siempre está por encima de su edad promedio, por encima de su comportamiento diario; en el juego, es como si fuera una cabeza más alto que él mismo."
Maria Montessori, una educadora y médica italiana, también subrayó el papel crucial del juego en el aprendizaje de los niños. Decía que: "El juego es el trabajo del niño."
Finalmente, Erik Erikson, un psicoanalista alemán-estadounidense conocido por su teoría del desarrollo psicosocial, consideraba que el juego permitía a los niños explorar su mundo, ganar sentido de sí mismos y de su lugar en la sociedad. Decía: "El juego es una manera de ser, que puede ser serio o en broma, pero que es siempre alegre."
Estas importantes figuras en el campo del desarrollo, sicología y educación infantil, nos ayudan a comprender cómo el juego, y en particular el juego libre, desempeña un papel vital en el crecimiento y desarrollo de los niños.
Existe mucha literatura acerca del juego. Uno de los autores fundamentales es Piaget (1951), quien indica que el juego es una forma de asimilación. Desde la infancia y a través de la etapa del pensamiento operacional concreto, el niño usa el juego para adaptar los hechos de la realidad a esquemas que ya tiene y que le resultan más fáciles de comprender. No hay duda de la relevancia del juego, y en particular del juego libre o espontáneo, en el desarrollo de los niños.
Podemos fomentar el juego libre en casa facilitando lo que llamamos el Espacio Creativo. Este espacio debe ser un lugar tranquilo, luminoso, diáfano y, si es posible, espacioso. No debería ser demasiado estructurado, porque lo que pretendemos es que el niño se sienta libre para crear sus propios juegos.
En el juego libre no hace falta tantos materiales. El niño aprenderá a jugar por ejemplo en una alfombra, con un cojín, pañuelos, con su propio cuerpo, manipulando y recreando juguetes y otros objetos. Se moverá guiado por sus instintos, su imaginación y fantasía, porque de lo que se pretende es que los niños usen la materia prima para crear e 'inventar' juguetes y juegos, sin reglas o normas, sin limitaciones ni interferencias.
En nuestro catálogo disponemos de una variedad de materiales que promueven el juego libre y la creatividad en los niños:
Con esta pincelada de información, los invitamos a investigar sobre el tema, pero fundamentalmente a dejar jugar.
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